Nosotros, intelectuales, escritores y demás trabajadores en arte, actualmente en prisión por causales político - sociales, ante el nefasto papel de la superpotencia imperialista EEUU en el plano internacional, y convencidos de la necesidad de participar en el debate y planteamiento de soluciones que sirvan a la forja de la nacionalidad peruana y a los intereses del pueblo, nos pronunciamos :
1. La literatura y el arte, así como la cultura, tienen origen social y carácter de clase. Toda manifestación artística y cultural sirve de una manera u otra a determinadas clases sociales. No existe ni arte ni literatura por encima de los intereses y conflictos de clase en una sociedad donde el pueblo pugna por liberarse de la opresión y la explotación.
2. El arte y la literatura, cuando son auténticos, sirven, como instrumentos de transformación del mundo, para las inmensas mayorías en su incesante lucha por desarrollar la sociedad y elevarla hacia otra nueva y superior, más solidaria, antagónicamente distinta a la actual basada en la propiedad privada y acumulación de unos cuantos y la existencia de millones y millones de desposeídos.
3. Pugnamos por un arte y una cultura nacional, científica y de masas. Nacional por ser antiimperialista y que contribuya a culminar la formación de la nación peruana; científica porque lucha contra toda clase de supersticiones feudales que enceguecen a nuestro pueblo; y de masas porque sirve al pueblo, principalmente a los obreros, campesinos y demás trabajadores. Construir un arte y cultura nuevos sólo es posible combatiendo expresiones artísticas y culturales decadentes que no arrastran sino profundos signos de crisis espiritual de una burguesía antinacional, retrógrada y antihistórica, así como la descomposición y hundimiento de un sistema caduco que hace mucho tiempo no responde ya a la necesidades de las inmensas mayorías y más bien sofrena su capacidad transformadora.
4. Llamamos a persistir en la lucha por la democratización de la sociedad peruana como centro de las luchas populares crecientes, lucha aún no comprendida cabalmente ni asumida como corresponde por la mayor parte de los intelectuales y artistas del país, y a cuyo esfuerzo deben adherirse como parte del pueblo, comprendiendo que actualmente dicha lucha consiste en la defensa de los derechos fundamentales, el cambio de actuales leyes restrictivas, nueva Constitución, reconquista de leyes laborales que han sido barridas así como demandas legales y reivindicativas que son negadas sistemáticamente por el actual régimen; y desenmascarar el carácter entreguista de la burguesía peruana que se opone a desarrollar la industria en el Perú y ha llevado a la nación a una situación de riesgo creciente de ser despedazada.
5. Estamos porque el pueblo se exprese plenamente, sin restricciones, por lo que condenamos la persecución sistemática del Estado a los intelectuales que asumen visiones distintas a los pensamientos predominantes del sistema y sus acólitos, puesto que se reeditan nuevamente viejas prácticas antidemocráticas de negar el derecho inalienable del pueblo a la libertad de expresión, pensamiento y conciencia bajo la burda bandera de “apología del terrorismo” y otras deleznables figuras jurídicas con el solo afán de silenciar las críticas, las denuncias, los emplazamiento de fondo al sistema y sus mantenedores, obsecuentes aplicadores del neoliberalismo, la globalización, y planes militares imperialistas.
6. Denunciamos a la opinión pública nacional e internacional la imposición de un régimen penitenciario inicuo que apunta a un mayor aislamiento y regresión social de los internos al amparo de una legislación inconstitucional de odio y venganza que por todos los medios impide, la reincorporación de los prisioneros políticos a la vida social pese a haber cumplido ya 12, 15, hasta 18 años de carcelería en las peores condiciones, mientras que a los genocidas, corruptos y demás lacras del Estado se les premia con arresto domiciliario o se les libera en corto tiempo mediante artimañas descaradas.
7. Reivindicamos nuestro derecho a participar en la vida política del país de acuerdo a las normas vigentes (Art. 35º de la Constitución Política y Art. 19º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU).
8. Rechazamos la agresión imperialista que linda con el genocidio del régimen guerrerista de Bush contra los pueblos de Irak y Afganistán y reafirmamos nuestra solidaridad con los heroicos pueblos que resisten e infligen derrotas al soberbio coloso yanqui podrido de pies a cabeza.
Lima - Perú, Febrero del 2005.
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